A pesar de ya existir variedad de pedagogías relacionadas con la educación alternativa, democrática, activa y libre, de las que nosotros/as hemos extraído ideas y nos hemos formado a partir de ellas, hemos sentido la necesidad de empezar a construir nuestra propia Pedagogía Orgánica, que emerge de nuestras investigaciones y socio-praxis. Cada espacio construido nos hace encontrar especiales a las personas y nos configura en su propia realidad. Los contextos necesitan del desarrollo de metodologías y procesos humanos contextualizados, y nos hemos sentido con ganas de pre-definir.
Antes de compartirla nos gustaría destacar algunos/as de los autores/as de los que nos hemos nutrido y que nos ayudan en la difícil y compleja, a la vez que fascinante, ilusionante y seductora tarea de criar y educar:
- J. Piaget, (1896 – 1980) Nacido en Neuchatel (Suiza). Psicólogo experimental, filósofo y biólogo. Se hizo famoso por sus aportes a la psicología evolutiva y en concreto por sus estudios sobre la Infancia. Sus observaciones en este campo, siguen siendo, hoy en día, considerados como una de las mejores y más completas teorías sobre el desarrollo cognitivo de los/as niños/as a lo largo del ciclo vital. Creía que el objetivo de la educación era la autonomía; una autonomía a todos los niveles: lógico-matemática (cognitiva), corporal y socio-emocional.
- María Montessori, (1870 – 1952) estableció la primera Casa de niños en 1907 en Roma. Crea un método con su propio nombre en el que el amor, el ambiente y la relación entre el niño-ambiente eran fundamentales. Ella defendía el periodo sensible del niño, en los cuales el niño puede adquirir una habilidad con mucha facilidad; el ambiente preparado, para fomentar mejor el aprendizaje y el desarrollo integral; el papel del adulto como mero observador y a disposición del niño y la capacidad de absorción de la mente de los niños, que consideraba como infinita.
Libro: "El método Montessori"; "El niño: el secreto de la infancia"
- Rebeca Wild, Pedagoga. Estudió Filología Germánica, Pedagogía Musical y Pedagogía Montessori, fundó junto a su marido "El pesta", un centro escolar alternativo y basado en la escuela activa; en la escuela activa el niño/a es el protagonista de su desarrollo y aprendizaje, el adulto es el acompañante que observa al niño siempre dispuesto a atender sus necesidades. La escuela activa es un entorno preparado para cubrir las necesidades básicas de los niños y niñas según sea su periodo de desarrollo.
Libros: "Educar para ser"; "La vida en una escuela no-directiva"; "Ser para educar"; "Libertad y límites, amor y respeto"; "Etapas de desarrollo"
- Emmi Pickler, (1902 – 1984) médica pediatra, defiende por encima de todo el libre movimiento de los niños y niñas; tras numerosos estudios realizados, ha llegado a la conclusión de lo adecuado del desarrollo motor autónomo y de la importancia de una actividad auto-inducida y conducida por el niño mismo, ya que le considera un ser activo, competente y capaz de iniciativas.
Libros: "Moverse en Libertad", "Lóczy, una insólita atención personal"
Artículo: Los bebés aprenden a moverse solos.
- A.S. Neill, (1873 – 1973) Fue un educador progresista escocés ; la base pedagógica de la autorregulación se la debemos a él y a su escuela "Summerhill" (1950) considerado como uno de los centros pioneros de la educación en libertad.
Libro: "Summerhill"
NUESTRA ESENCIA : LA PEDAGOGÍA ORGÁNICA
El
conocimiento y el respeto real y profundo hacia la vida, la naturaleza, la
Tierra, incluidos en ésta todos los seres vivos, nichos, hábitats y
ecosistemas, ella misma como un gran ecosistema, y el propio ser humano como
parte de ellos, guardan íntima relación con el afecto, la seguridad y la
confianza que la persona tiene en sí misma, sus raíces, la familia, la
comunidad, así como la configuración de una cultura matríztica.
Día
a día la persona vertebra la autoestima como ser biopsicosocial, holístico,
donde la vida, la sociedad y el individuo están íntimamente relacionados.
Según
señala el propio M. Odent:
“Desde que la ciencia ha desembocado
en la toma de conciencia ecológica, muchos se han preguntado qué podríamos
hacer para dejar de destruir el planeta. Unos han puesto todas sus esperanzas
en la tecnología adecuada, otros confían en una sociedad ecológica, o en el
humanismo ecológico. Yo sostengo que lo prioritario debería ser la génesis de
un ser humano diferente, de un ser humano ecológico, con una actitud positiva
hacia la vida”.
La
Pedagogía Orgánica nos acerca a comprender los comportamientos y el desarrollo
del ser humano a través del conocimiento de las relaciones entre seres vivos,
el funcionamiento y la estructura de las células y de la vida orgánica.
Explica
Blazquez (2010:17):
“según
sean los cuidados recibidos al comienzo de la vida, en el llamado período
primal que comprende la gestación, el nacimiento y el primer año de vida, así
serán los cuidados para sí mismos/as, para las demás personas y para la
Tierra”.
El
bebé interacciona en el medio con un conjunto de factores bióticos y abióticos
(sociales, educativos y culturales), que le son ajenos en sus primeros días de
gestación y vida, que va tomando forma en un espacio concreto durante sus
primeros años en el binomio mamá-bebé y en su convivencia familiar, además de
en las primeras interacciones socioambientales en el entorno urbano y/o
rural. A partir de estos intercambios se
conforman las primeras experiencias, que de ser saludables, enriquecedoras y
reconfortantes, constituyen un sustrato natural imprescindible para formar
procesos cognitivos más complejos, desarrollar las capacidades individuales y
colectivas y cimentar una moral autónoma.
El
bebé, el niño y la niña son los protagonistas de los procesos formativos,
sociales y culturales que se construyen mediante la Pedagogía Orgánica, parten
de cada uno de ellos/as, son diseñados/as atendiendo a sus ilusiones,
opiniones, intereses y necesidades, porque sólo se aprende a través de la
experiencia, la práctica real y cotidiana y la vivencia de los acontecimientos
y situaciones.
Tonucci
(2009:18) plantea que:
“el
hecho real es que éstas «educaciones» no se pueden enseñar, es necesario
vivirlas. Solamente se pueden aprender, asimilar e incorporar a través de la
práctica cotidiana y real de la experiencia”.
¡A
participar aprendemos participando!, así explican niños/as y jóvenes que
participaron en el proceso de los Presupuestos Participativos de Sevilla
(2005-2008) en el cual se trabajó la metodología más adecuada para construir
conocimientos, cimentar las experiencias democráticas y aprender a vivir en una
sociedad moderna.
Wild
(2007:244) va más allá al relacionar estos asuntos con la propia
intencionalidad de la educación y la cultura matríztica:
“Una
y otra vez tenemos la evidencia de que sin un cambio sustancial en el trato con
los niños es difícil fundar una cultura matríztica. ¿Cómo podemos esperar que
los niños se empleen en una causa común, como adultos sin determinación ajena y
llenos de espíritu emprendedor, si boicoteamos su iniciativa y su espíritu
aventurero en las diferentes etapas de desarrollo?
¿Cómo
podemos esperar que personas cuyas necesidades naturales de crecimiento no han
sido respetadas amen la naturaleza y ayuden a conservarla y respetarla?"
Este
cambio sustancial en la relación de la persona con su entorno y de las personas
adultas con niños/as desde los primeros años de vida, es lo que posibilitará un
desarrollo a escala humana, posibilitará el reequilibrio sustentable, que
niños/as se entreguen con espíritu de búsqueda y deseo por aprender en las
diferentes etapas de su desarrollo, que amen la naturaleza, ayuden a
respetarla, mejorarla, e incluso recuperarla. Y con autodeterminación, ilusión y libertad
transformen su vida cotidiana y la de quienes conviven en las micro-comunidades
orgánicas, pueblos y ciudades.
El
conocimiento de estas interacciones que se dan en los ecosistemas conformados
por el mundo natural, el construido y el social, las implicaciones
socioambientales que tienen los comportamientos, las repercusiones que tienen
las decisiones que tomamos cotidianamente, la íntima relación entre los seres
vivos y las condiciones de habitabilidad proporcionan una fuente de
conocimiento y formación continua para desarrollar todas las potencialidades
del ser humano y las competencias básicas.
Los
procesos educativos, sociales, culturales y ambientales que se dan entre las
personas desde los primeros años de vida son múltiples y simultáneos.
El
adulto-profesional de presencia ligera, que observa, escucha, pregunta,
propone, comparte análisis, dialoga y opina, dinamiza, facilita, apoya y
acompaña las decisiones independientemente de que coincidan o no con sus planteamientos,
respeta al bebe y niño/a, y se apasiona en el complejo juego de la seducción y
el amor por aprender.
En
la Pedagogía Orgánica cada acontecimiento e interacción se muestra como un
valor socioeducativo que se aprovecha para visibilizar situaciones, descubrir
fenómenos, analizar procesos más complejos y construir nuevas iniciativas.
Afrontar
los conflictos vivenciales como oportunidades de desarrollo personal y social,
constituye un eje fundamental de esta Pedagogía Orgánica que implementa otros
enfoques que resultan complementarios en el quehacer cotidiano, desde una
visión holística en íntima relación de la persona con los ecosistemas y sus
procesos biopsicosociales.
La
Pedagogía Orgánica toma prestadas ideas, conceptos y propuestas metodológicas,
convergen en un modo de ser, estar y hacer diferente por parte del profesional
y de la micro-comunidad orgánica. Éstos provienen de teorías, enfoques y
perspectivas relacionadas con diferentes áreas de conocimiento, que a su vez se
sustentan en praxis socioculturales, educativas y medioambientales que han
fundamentado teorizaciones como se muestra en la figura 1.
Figura 1: Implementaciones de enfoques y perspectivas en la Pedagogía Orgánica.
Fuente: Elaborada por Enredando Encuentros.
Los
procesos formativos de calidad se sustentan en una diversidad de situaciones y
acontecimientos que son construidas de modo autónomo por bebés, niños/as y
personas adultas en una interacción de confianza, caracterizada por el flujo de
relaciones afectivo-emocionales, la comunicación horizontal, la observación, la
escucha activa, el respeto, la paciencia, la sinceridad y la humildad. En las
que la creatividad, la investigación y la acción son los motores que dinamizan
los procesos de construcción de conocimientos, su sistematización y
organización.
Los
proyectos de investigación, la acción educativa en base a problemas y
conflictos, que son elegidos por niños/as y educador/a, siembra el placer de
aprender a aprender, facilita la toma de conciencia de las dificultades que
entraña conocer, construir e investigar, la grandeza que encierra cada nuevo
hallazgo descubrimiento, y la energía que provoca errar para seguir buscando y
emprendiendo. Para ello es crucial seguir una planificación, diseñar las
hipótesis, organizar las tareas, secuenciar las actividades, evaluar los
resultados y tomar nuevas decisiones.
La
programación de las actividades y la organización de los espacios educativos
son fruto del trabajo cooperativo entre todas las personas que conforman éste,
de modo que cada niño/a y persona adulta, incluidos educadores/as, padres y
madres forman la asamblea en un clima de libertad para hacer propuestas que
serán revisadas y evaluadas.
Cada
acción educativa va seguida de su correspondiente evaluación y es fruto del
trabajo de investigación acción participativa que va mejorando la praxis
socioeducativa, atendiendo siempre a la evolución personal y social de cada
miembro de la micro-comunidad orgánica, de modo que cualquier decisión que se
deba tomar siempre debe ir debidamente informada al bebé, niño/a y familia.
Para que en primera instancia sean ellos/as los que decidan qué es mejor para
el desarrollo humano del bebé, niño/a y del grupo.
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