lunes, 12 de septiembre de 2016

Hoy es el primer día de nuestra segunda semana


El pasado lunes día 5 de Septiembre los/as niños/as que este año nos acompañan en este maravilloso mundo de criar y educar en comunidad, comenzaron a descubrir un espacio nuevo para ellos, lleno de misterios y tesoros por descubrir, nuevas personas de diferentes tamaños y que parecen tener muchas cosas en común,
acompañados de su punto más seguro para abrirse al mundo del sentir, observar y escuchar al otro.

El primer niño en llegar fue Mateo, el lleva ya dos años viniendo y ya siente el espacio como su propia casa. Lo primero y más importante que le brotaba de dentro era contarme lo bello que le resultaba la formación de los terremotos, al haber visitado durante sus vacaciones un museo de naturaleza, contándome con exactitud su proceso: los terremotos se producen cuando dos placas tectónicas se chocan...etc. no tiene más de 3 años y medio.

La siguiente en llegar fue Iris, que después de su respectivo sostén en brazos, no tardó en juntarse con su amigo Mateo, al que también tenía muchas ganas de contarle todas las aventuras.

El siguiente en llegar fue Dani, una pequeña y gran persona, acompañado por su padre, con la alegría rebosando en su cara. El más pequeño por su tiempo y tamaño, con tan solo 12 meses.

El siguiente en llegar fue Unai, con su mamá y hermanito, seguro y dispuesto a enfrentarse a una nueva experiencia. Observando comportamientos y maneras de hacer, poco a poco se fue juntando cada vez más, preguntando y conociendo y con muchas ganas de interactuar en el grupo.

Y por último llegó Africa acompañada de su mamá y hermanito, directa al tobogán, su lugar favorito hasta ahora, disfrutando de la oportunidad que le brinda el espacio junto a su mamá.

Es precioso poder ver como los niños y las niñas poco a poco, cada uno a su ritmo, van cogiendo confianza, van sintiéndose en un sitio nuevo, van acercándose a las personas, las tocan, las miran, se enfadan y se dan cuenta que otras personas pueden sostenerlos y acompañarlos con respeto y amor.

Después por la tarde celebramos por todo lo alto este nuevo comienzo, con una rica tarta de calabaza casera y una infusión fresquita. Se nos hizo de noche...y para ser el primer día ¡acabamos muy cansados!

Hoy, una semana después, ha empezado a venir a compartir sus mañanas con nosotros, Álvaro, un chico encantador que conecta con los niños y las niñas de una manera sorprendente. ¡Bienvenido!

Aquí os dejo algunas imágenes de estos días.


Con turuleta

 De paseo por el supermercado








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