Hemos descubierto un juego que nos ha encantado. Consiste en que nos convertirmos en ratones y sentimos el placer de ser perseguidos, con una gran tela roja que nos atrapa.
También hemos sentido el placer de escondernos y ser envueltos, cubiertos por una tela que nos protege del exterior, como recordando estar en el vientre materno.
Hemos sentido el placer de girar sobre nuestro propio eje corporal, desde lo alto de un colchón a modo de tobogán, simulando ser croquetas que son rebozadas, cocinadas y despues degustadas.
Hemos sentido el placer de caer al vacio saltando desde diferentes alturas.
Cuando analizamos el comportamiento de los/as niños/as, al observar este tipo de interacciones, nos pueden parecer juegos sin más, pero todos ellos tienen su significado y su función.
Aucoutier, uno de nuestros referentes más cercanos, tras sus 40 años de experiencia habla de la relación precisamente en estas edades de esta tipología de juegos con la conquista de la independencia y adquisición de la autonomía, de la relación que tienen con la separación y diferenciación de los padres para ser y sentirse un ser único e importante, con ideas diferentes y criterio diferente.
Cuando los acompañantes conocemos y experimentamos esto nos ayuda a ser un poquito más conscientes de la verdadera importancia del juego libre en la infancia, del juego libre espontáneo, sin juguetes que los distraigan y los desconecten.
Además de todo lo mencionado anteriormente, hemos experimentado el placer de la lectura y del contar historias, de construir castillos en la arena y destruirlos, de manipular la arcilla y crear con ella, de sentir la lluvia sobre nosotros, su olor, su frescor, de observar los insectos y las gallinas y demás seres vivos del espacio, de oler las plantas y probarlas, de comer las ricas granadas y deliciosos limones que nos dan nuestros árboles, de jugar con el agua, de conectarnos con ella, de disfrutar de los ricos alimentos que traemos, de probar nuevos sabores, de sentir el sol y el aire directamente sobre nuestra propia piel.
¿Podéis sentirlo como ellos/as?
Unai, África, Iris y Mateo en el momento evolutivo en el que están necesitan hacer esto y nosotros confiamos y les acompañamos en ello. Nuestras mañanas las organizamos en base a eso, ellos/as hacen sus propuestas y nosotros las vamos haciendo realidad por orden de llegada. Los niños y niñas vienen cargados de propuestas, durante la mañana hacemos y aprendemos infinidad de cosas; tenemos nuestros momentos de reunión grupal que surgen de manera espontánea, compartimos nuestros alimentos, nos contamos cosas que nos preocupan y nos inquietan, tenemos momentos de mucha concentración, momentos en los que trabajamos la destreza de nuestras manos, momentos de auténtica expansión, momentos de soledad y momentos de compañia, vivimos juntos infinidad de emociones, nos las contamos y las expresamos sin miedo. Es mágico darse cuenta que un niño cuando llora y expresa, a veces nos quiere decir algo, pero otras veces simplemente necesita hacerlo; descubrirlo, es conectarnos con su necesidad. Cuanta importancia tiene confiar en ellos, en su proceso, sin crear ningún tipo de expectativa, sin juicios.
A partir de ahí todo fluye solo.
Esta maravillosa semana la finalizamos con nuestra primera convivencia de familias, en la que hemos pasado un día fantástico compartiendo en comunidad, esta vez en casa de África y su familia, y...además ¡aprovechamos para celebrar su cumple!
Nos vamos acercando a una nueva estación, a un nuevo cambio
...en esta semana que entra hacemos nuestra despedida formal (porque realmente el calor continua) de nuestro querido y caluroso verano para darle paso al otoño.
¿Que regalos nos traerá esta vez?
Aquí os dejamos con algunos momentos de la semana.
1ª Convivencia del curso
Haciendo carreteras
Arcilla
Queremos a Nahuel
Jugando a las tiendas
Saboreando hielo
Construcciones
Construimos y destruimos con arena
Figuras de arcilla
¡LLueve!
Haciendo letras con las vías del tren
Comiendo pasta con tomate
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